17 ene 2011

Tu eras todo para mi, yo no creía más que en ti. Te llegaste a convertir en mi religión. Tu eras todo y nada más, eras mi voz eras mi hogar. En medio de la soledad una bendicion.
Pero algo extraño sucedió, mi cuento de hadas se acabó, dijiste adiós y me rompiste el corazón...
Cuanto te quiero, cuanto te odio, cuanto te llevo en mis sentidos. Si no te olvido es por puro masoquismo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario