14 nov 2010

Ella va a terminar todo,
Y va a terminar volviendo, como siempre.
Y va a romper tu corazón en el proceso, lentamente, lo sabés.
Y es que su amor es extrañamente retorcido, lo sabías cuando la conociste, su cara inocente y su pelo castaño, incluso su cuerpo y su forma de reír, ella dice problemas por todas partes.
Pero no te importo, porque vos también decís problemas y desgracias por todos lados.
Ella nunca te dijo que te amaba, vos tampoco lo hiciste. Lo sabían, lo sentían. Y cada vez que lo vuelven a sentir, ella se asusta y vos también. Porque son independientes, y su amor es libre.
Son tan iguales y tan diferentes a la vez, ella es puntitos y vos sos rayas. Ella es Día y vos Noche.
Porque cuando pensas en amor tu mente está en ella, pero al mismo tiempo no lo sabés y no queres más problemas en tu vida. Ella piensa lo mismo.
Y se rompen el corazón mutuamente, ese es el acuerdo.
Hasta que a los tres días siguientes sin ellos, vuelven a reencontrarse, los besos inocentes y también los pervertidos los hace arrepentirse, se curan las heridas, las causadas por los dos y las que no.
Si, vas a caer por ese amor. Vas a caer ante ella, en cualquier momento. O ella lo va a hacer ante ti.
Ella se inclina y te da un beso en los labios. Murmura un leve “perdón” y se va.
Vuelve a romper tu corazón y el de ella, otra vez. Volves a desgarrarte porque su olor se vá.
Y qué linda forma de romper tu corazón. Que linda manera de desgarrarte.
Porque sabés que van a volver de alguna u otra forma y se van a curar mutuamente, hasta que alguno de los dos caiga.

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